Cita célebre

En esta vida hay que morir varias veces para después renacer.

Eugenio Trías



viernes, 16 de octubre de 2009

De famosillos, tertulianos y otros especímenes

Muchas veces me pregunto si realmente merece la pena estudiar periodismo. La situación laboral de los recién licenciados es bastante precaria, cuesta un mundo obtener un contrato en prácticas, sin cobrar o cobrando lo mínimo, por supuesto, sin seguridad de que te vayan a renovar. Frecuentemente pienso que sería mucho más cómodo, rápido y eficiente entrar en un reallity tipo Gran Hermano, que al fin y al cabo es la manera más eficaz para acabar trabajando en algún medio, sin pasar por las penurias del becario.

De "grandes hermanos" está la televisión llena. El primero en hacerse conocido a gran escala fue el ganador de la primera edición, el gaditano Ismael Beiro. Un chaval que estudiaba Ciencias Naúticas y que, tras el infortunio de pasar un tiempo en coma, ha acabado presentando programas de medio pelo en Canal Sur.

Colaboradores de progamas, especialmente del corazón, han salido a mansalva de este "experimento social". Los más conocidos, quizás, son Marta López y Kiko Hernández, muy habituales en la programación de Tele5 (véase la Noria, Sálvame, el programa homónimo de Ana Rosa u otro de la interminable lista de programas del estilo que tiene esta cadena). Lo más grave del asunto, es que estos personajes mediáticos, tienen como principal valedora a una de las profesionales más influyentes (según alguna que otra encuesta) del periodismo español, tal y como es Mercede Milá.

Pero no sólo de grandes hermanos vive la caspa. Algunos "triunfitos" descubrieron que su futuro estaba lejos de los escenarios, los estudios de grabación y los grandes conciertos. Es el caso de los compañeros de academia de David Bisbal y Chenoa, Álex Casademunt y Natalia. Ambos presentaron durante un tiempo el programa infantil de Antena 3, el Club Megatrix. El catalán continuó un tiempo en los programas infantiles con los Lunnis de TVE y actualmente se dedica a interpretar uno de los papeles principales en la eterna serie de Canal Sur Arrayán. Por su parte, Natalia hace valer su buen ver, desde hace dos veranos, junto a Bertín Osborne, en el Gran Prix del Verano.

Pero si realmente se quiere triunfar en los medios, no hay nada como ser "ex de". Estos casos también abundan mucho en los programas del corazón. El primer ejemplo lo encontramos en Ernesto Neyra, ex de Carmina Ordóñez, que estuvo bastante tiempo de colaborador en un programa, hasta que las acusaciones de malos tratos le cayeron encima (acusaciones que nunca han sido demostradas, por otra parte). Antonio David Flores, ex de Rociito, o Raquel Bollo, ex de Chiquetete, son otros de estos personajes.

Mención aparte merece la "reina de la caspa", esa mujer, que pongas la tele a la hora que la pongas, si sintonizas Tele5 está presente. Me refiero, por supuesto, a la singular Belén Esteban. Colaboradora del programa de Jorge Javier Vázquez (no se el nombre, hay tantos en Tele5...), protagonista puntual de la programación del corazón por sus idas y venidas con la Campanario, recientemente acusada por el defensor del menor de la Comunidad de Madrid... y cuyo único mérito es ser la madre de la hija de un torero.

Son sólo unos pocos ejemplos, pero hay muchos más. Todos ellos, o la gran mayoría, están ocupando puestos que por derecho, estudios, sacrificios... nos pertenecerán a los que actualmente estudiamos para ser periodistas el día de mañana. Y mientras ellos llevan la gran vida, nosotros nos tendremos que matar por un puesto de becario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario