
Y aquí es donde viene el agravio a la fiesta con más arte de nuestra bendita tierra, que se llama Andalucía. A los genios que programan la parrilla de Canal Sur no se les ha ocurrido otra cosa que retransmitirlo en falso directo.
Las sesiones de Carnval dan comienzo a las nueve de la noche, pero la televisión de todos los andaluces comienza la restransmisión a las diez y media. Hora y media después de que arranque la sesión. Sesiones que en cuartos pueden llegar a durar más de cinco horas. Es decir, las retransmisiones pueden acabar pasadas las tres de la madrugada... cuando la gente suele tener la mala costumbre de madrugar para ir al trabajo - que mire que son malajes, a quién se le ocurre hacer semejante barbaridad -.
Canal Sur vuelve a cubrirse de gloria. Mientras que no falte un día Arrayán, ellos son felices. Y mientras a los espectadores, que les den. Cuando se comete una injusticia con una grupación en Carnaval tiene un nombre muy concreto. Al igual que lo que ha hecho la televisión autonómica con los amantes del Carnaval: un señor cajonazo.
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