
El desfile de las fuerzas armadas ya no es lo que era. Esto de la crisis se está cebando con todo a nuestro alrededor. Cada vez menos soldados desfilando frente a Su Majestad. Las fuerzas aereas no abren el desfile, sino que están intercaladas entre los distintos soldados. La Princesa de Asturias y la Ministra de Defensa se saltan el protocolo y van con pantalón. Y cada vez ponen la megafonía más fuerte para que no se escuchen los abucheos y los gritos solicitando la dimisión del Presidente del Gobierno.
De República Bananera, oiga. Me ha recordado a los intentos loperianos de acallar los gritos de "Lopera vete ya" después de los partidos del Betis en casa, poniendo el himno a tantos decibelios que lo oían hasta en el barrio de Nervión.
Porque lo de aceptar los errores no está entre los hobbies del señor Zapatero. Y es normal que la gente esté hasta las mismísimas narices. Aquí mucho protestar de boquilla, pero luego no hacemos nada por cambiarlo. Envidia me dan nuestros vecinos de arriba, esos gabachos a los que tanto criticamos. Que Sarkozy quiere que se jubilen a la descabellada edad de 62 años, pues ellos van y la lían parda. Yo he perdido ya la cuenta del número de huelgas, movilizaciones y protestas que han hecho esa gente ya. Pero aquí no. Aquí nos conformamos con una huelga, de aquella manera, y gritarle a ZP lo malo que es una vez al año.
No luce, la verdad, un desfile, con toda su majestuosidad, en medio de abucheos. Y encima, la Ministra de Defensa quiere afeitar a los legionarios. Quitarles la barba y las patillas, porque no está bonito. Como decía, el desfile no es lo que era. Y el año que viene puede ser menos. Porque las barbas, las patillas y los botones abiertos, son tan típicos como la mismísima cabra de la Legión.
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